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La Jam Session de la UAM: un espacio distendido para disfrutar de la música

Desde la segunda edición de la “Semana de la música” que tuviera lugar el pasado noviembre en la Universidad Autónoma de Madrid y en la que se realizó una Jam Session que tuvo gran acogida por parte tanto de alumnos como de profesores del grado, este tipo de reuniones musicales se han llevado a cabo de forma mensual (a excepción de enero, a causa de los exámenes).


Nacho Miranzo durante la Jam Session de Febrero (©Manon Hamard)


Estas sesiones musicales se caracterizan por ser un espacio creativo musical, en el que espectador e intérprete pierden tal distinción, ya que cualquiera puede salir a tocar, ya sea improvisando o habiendo ensayado, en solitario o acompañado. Además, las interpretaciones no tienen una instrumentación cerrada y cualquier espectador que se sienta capacitado puede incorporarse a las actuaciones. Por ello es importante y acertada la incursión de estas sesiones en un Grado de Música, ya que la mayoría de los alumnos saben tocar algún instrumento, y algo que une a los músicos es tocar juntos, al establecerse comunicaciones no verbales. Además, propone un espacio relajado fuera de las clases, sin prejuicios ni críticas, ya que al ser un grado pequeño, con una media de 30-40 alumnos por curso, permite un punto común dentro del entorno universitario, y también sirve como formación musical, ya que en una Jam Session todos aprenden de todos.


A diferencia de las sesiones de grandes clubes, en las que los músicos van para darse a conocer y demostrar su virtuosismo, en las Jam Session de la UAM el objetivo es relacionarse con la gente del grado en un entorno agradable, y está abierta a todo el mundo. Este hecho permitió la destacable interpretación, en la Jam Session de febrero, de un arreglo para saxofón, piano y violín de un lied de Schubert, algo que no suele verse en una Jam Session convencional.


Como es costumbre, la cita tiene lugar en el Aula 104 del Módulo IV de la Facultad de Formación de Profesorado, y con esta del pasado 31 de marzo ya son cuatro, habiéndose consolidado como una actividad más del Departamento de Música, organizada por el alumno de cuarto de Historia y Ciencias de la Música, Pablo Carretero, quien ha conseguido unir a todos los cursos cada último jueves de mes. Es evidente la evolución de la actividad, ya que empezó como algo pasajero, pero emocionó tanto que no dejaban de oírse frases como: “deberíamos hacer más de estas”, “esto es lo que necesitaba el grado”, “estaría bien hacerlo una vez al mes, no, mejor una vez a la semana”, que se convirtieron en el paisaje sonoro de la cafetería de Filosofía y Letras. Así, poco a poco, fueron añadiéndose elementos, como las “luces de navidad” que se colocaron en el piano, y ya han estado allí las últimas dos sesiones.


Esta última Jam Session la abrió el propio Pablo Carretero, acompañado de Javier “Pep” Domínguez, ambos al bajo tocando un tema de Sting, que apareció en la película Leon Profesional, un tema con la que ya se había abierto la sesión anterior, y que repitieron por la buena acogida que tuvo. A esto le siguieron algunas interpretaciones de canciones conocidas.


Lo más destacable de la Jam Session fue, probablemente, el dúo de gaitas, que apareció en escena para sorpresa de todos y dio un espectáculo agradable y divertido, tocando en ciertas partes el famoso rift de Smoke on the water de Deep Purple. Después de alguna otra interpretación de otros grupos formados en la universidad, se empezó con la habitual improvisación libre, en la que cada vez hay más participantes, destacando la aparición del serrucho, interpretado por el multi-instrumentista Miguel Rodríguez, y algunos intérpretes que tocaban desde sus asientos, siendo espectadores e intérpretes a la vez, como una melódica y un violonchelo, que acompañaron magistralmente desde la distancia. Tras otros muchos espectáculos, la sesión terminó con la canción de Bruce Springsteen, Pay me my money down.


El pretexto es la música, pero se da lugar a algo mucho mayor...se escuchan risas, se ven miradas cómplices. Compañerismo, creatividad y diversión son rasgos básicos de estas sesiones.


Personalmente creo que no ocurre nada negativo durante el tiempo que el Aula 104 se convierte en un entorno amigable, y hay que agradecérselo a Pablo Carretero, por haber tenido la iniciativa desde un primer momento, porque mucho se había hablado de hacer Jam Session en la universidad, de lo bonito y divertido que sería, se había intuido lo que ha terminado pasando, pero siempre tiene que haber alguien que tome la iniciativa, porque de nada sirve soñar si no se hace nada por materializarlo. Así que en nombre de todos los alumnos del Grado Historia y Ciencias de la Música, desde aquí le damos las gracias por haber hecho esto posible, y a todos los alumnos que se animan a participar.

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