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"España de la Guerra. The Spanish political and military songs of the war in Spain 1808 to 1814






Brian Jeffery. España de la Guerra. The Spanish political and military songs of the war in Spain 1808 to 1814. Tecla Editions, Londres, 2017. ISBN: 978-0-906953-55-6 Páginas: 417













Las canciones e himnos patrióticos cumplieron durante la Guerra de la Independencia un papel fundamental como instrumento de propaganda ideológica. El musicólogo inglés Brian Jeffery, autor de la biografía Fernando Sor, Composer and Guitarist y fundador de Tecla Editions (especializada en la obra de los compositores y guitarristas del siglo XIX Fernando Sor, Mauro Giuliani, Mateo Carcassi y Dionisio Aguado), ha publicado recientemente su obra España de la Guerra, que supone un importante aporte al mundo de la musicología. En el año 2013, la Universidad Autónoma tuvo la suerte de contar con la presencia de este reputado musicólogo que participó en el Congreso Internacional Cantos de Guerra y Paz: La Música en los Procesos de Independencia (1800-1840).

Este volumen analiza las canciones políticas y militares españolas de los partidarios de Fernando VII, analizando letras y partituras que hasta ahora no habían sido estudiadas, probablemente debido a que la mayoría de ellas se hallaban dispersas fuera de España y son aquí por primera vez editadas y recopiladas en un catálogo que reúne más de 160 canciones. Las dos partituras editadas en este libro son Corone la victoria La España cautiva y libertada y Fuentes son de llanto.


El autor se encontraba en Madrid en 2008, durante los actos conmemorativos del bicentenario de la Guerra de la Independencia, y le sorprendió el hecho de que las canciones de aquella época no fuesen interpretadas. “No fue culpa de nadie. En ese momento no había ninguna edición moderna de esas canciones, excepto los tres facsímiles de mi libro sobre el compositor Fernando Sor” , así explica el autor como se decidió a emprender este trabajo, en el que llevaba inmerso nueve años.


El libro se divide en tres capítulos (los dos primeros dedicados a los años 1808 y 1809 respectivamente y el tercero centrado en el periodo de 1810 a 1814), tres apéndices y un catálogo. Jeffery realiza una gran labor de investigación y documentación consultando la prensa de la época así como los diarios y memorias de varios generales británicos, que durante su estancia en España, fueron invitados a reuniones privadas en las que intérpretes femeninas cantaban himnos patrióticos acompañados con el piano o la guitarra.


El compositor más prominente del periodo es Fernando Sor, autor de seis canciones conocidas de la guerra y de dos de las más famosas: El Himno de la Victoria (También conocido como Venid vencedores) y Vivir en Cadenas. El caso de este compositor en su particular crítica y después adhesión a la causa francesa, no es aislado; Gaspar Zavala y Zamora, autor de Los Patriotas de Aragón, escribió canciones patrióticas en un principio y terminó trabajando para José I. El motivo del giro en su posicionamiento intelectual fue el temor ante las posibles represalias, quedándoles como únicas opciones su sometimiento ideológico o el exilio.

Otra canción importante para el autor, por ser considerada la primera canción patriótica española es la que da título al libro, España de la Guerra, cuya autoría se atribuye a Fernando Sor o Blas de Laserna.

A lo largo del libro se hace un interesante estudio de una serie de canciones que podríamos considerar del género satírico. Jeffery interpreta la canción A las Armas Corred Españoles como una parodia de La Marsellesa. Asimismo, observa analogías entre Venid Vencedores y el Himno de Riego, planteando la hipótesis de que estas canciones son un antecedente de las del periodo del Trienio Liberal. Ambas canciones son marchas y están en 6/8 y las dos melodías comienzan con el mismo intervalo ascendente de una sexta, luego la melodía sube un semitono más, exactamente de la misma manera.

Hay un apartado interesante dedicado al estudio de los ataques satíricos a la Constitución de Bayona en la obra La constitución de España puesta en canciones de música conocida, escrita por un aprendiz de poeta, que a modo de contrafacta, trasforma los artículos en canciones de estilo popular acompañadas por instrumentos como el rabel y la zampoña. Cita también la canción El gran Josef Ninguno, que se burla de la pobre bienvenida que recibió José Bonaparte en su entrada en Madrid en julio de 1808. Se trata de un contrafactum cuya música proviene de la obra El hechizado por fuerza, de Antonio de Zamora.


Pero, para el autor, la obra maestra entre todas las canciones de la guerra es La España cautiva y libertada, para solista, coro y orquesta de Fernando Sor, porque en su opinión “el contraste entre las dos partes de la canción, recuerda al claroscuro de Goya”.

La obra contempla también el contexto en el que se cantaban las canciones. Así, por ejemplo, llega a la conclusión de que Venid Vencedores no fue una bienvenida a las tropas cantada directamente en las calles, sino más bien una obra que se habría interpretado en los teatros de Madrid durante los días del evento, y posteriormente, siendo cantada al final de las obras.

El autor también dedica un apartado a la presencia de estas canciones en América del Sur. Por ejemplo, en la Gaceta de Caracas, se reseña la representación de un drama alegórico titulado La España restaurada, seguido de una canción patriótica; que podría haber sido España de la Guerra según Jeffery, debido al entusiasmo que mostró el público al cantar el coro; reacción que esta canción solía suscitar.

Autores como el neoyorquino Peter Weldon compusieron inspirándose en estos sucesos obras tales como El Sitio de Gerona o La Marcha del General Palafox, con reminiscencias del melólogo (subgénero teatral que consiste en el desarrollo de un monólogo en el que los pasajes culminantes o emotivos son subrayados por un acompañamiento musical.)


Una de las conclusiones a las que llega Jeffery hacia el final de este libro es referente a la evolución de estas canciones, la expansión de los ámbitos en los que eran cantadas; al principio de la guerra eran cantadas por señoritas en circunstancias domésticas y hacia el final del conflicto las cantaban solistas y el público en los teatros, actores y actrices en las festividades, soldados al marchar, en reuniones privadas y tertulias e incluso los niños de los coros de Montserrat y de Sevilla.


La lectura de España de la Guerra resulta enriquecedora, ya que no solo nos habla de la música, sino del periodo en su conjunto. Nos ofrece una visión histórica general del conflicto dando su opinión personal sobre los hechos y facilitando partituras y manuscritos originales así como editados que permiten, no lo olvidemos, la interpretación de estas partituras a los músicos actuales.



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