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Teatro de la Zarzuela: Sobre la puesta en escena de Katiuska, y el encuentro con Daniel Bianco

15 de octubre, una mesa, dos sillas, y al fondo un escenario lleno de escombros. Centrado en un gran marco dorado “un cuadro del zar que ha caído y ha caído torcido”.


Es lo primero que vieron los asistentes del encuentro con Daniel Bianco en el Teatro de la Zarzuela. Un hombre que trabaja por volúmenes y colores para crear la escenografía perfecta. Nació en Buenos Aires, donde estudió Bellas Artes y se especializó en escenografía de teatro y cine. Más tarde, llegó a Madrid como ayudante de escenografía y poco a poco terminó siendo escenógrafo y director del Teatro de la Zarzuela en Madrid.


Daniel Bianco en un momento del encuentro


Los alumnos de cuarto curso de musicología tuvieron la oportunidad de aprender la mecánica de un escenario, lo sorprendente que puede llegar a ser una luna creada con luces led, la magia que siente el público al ver nevar encima de un escenario, y el gran trabajo que hay detrás de lo que parecen unas simples puertas de madera.


Daniel Bianco explicó como había creado la escenografía de Katiuska, una zarzuela con música de Pablo Sorozábal en la que el amor y la revolución rusa serán los protagonistas de esta opereta en dos actos.

Tras descubrir los secretos que se ocultan detrás de un telón, Daniel Bianco fue entrevistado por el público. La gran mayoría fueron preguntas sobre la escenografía y las inspiraciones que tuvo el escenógrafo para crear cada una de las piezas que veíamos en el escenario.


Otro tema importante que se trató fue el de cómo aumentar el público joven en el género de la zarzuela. Como bien sabemos, la zarzuela es un género relacionado generalmente con el público de mayor edad, sin embargo, puede llegar a estar al mismo nivel que cualquier ópera o musical del momento. Daniel Bianco quiere hacer llegar este género al público joven, por ejemplo con una difusión por redes sociales; en el caso de Katiuska, la obra fue retransmitida en directo por Facebook, con descuentos especiales para jóvenes con el carnet joven y con el sorteo de entradas gratuitas al publicar el mejor post en instagram o Facebook.

Este esfuerzo está dando sus frutos, consiguiendo un incremento del 40% en la venta de abonos y obteniendo una visualización de mas de 50.000 personas en el directo realizado en Facebook el pasado 4 de octubre.


Cartel de la actual producción del Teatro de la Zarzuela (4 al 21 de octubre, 2018)


Los que hemos tenido el privilegio de asistir a la escenificación de la obra, hemos podido apreciar a una Katiuska con un gran esplendor. Como queda dicho, la puesta en escena corría a cargo del ya experimentado Daniel Bianco, que consiguió un resultado sobresaliente, espléndido, jugando con los espacios para resaltar la narración y la música, de Pablo Sorozábal. Creando un todo, una obra completa en todos sus aspectos.


Y estamos hablando de una obra muy polémica en el momento de su estreno (en enero de 1931), ya que habla de una lucha de clases, una revolución. Una historia de amor y desamor, con un punto cómico que no nos hace quedar indiferentes. Para Bianco, la intención principal no era hacer una Ucrania realista, donde se desenvuelve la trama, sino contar la historia desde el punto de vista de la decadencia, lo surrealista. Para afrontar ese reto escogió el trabajo con volúmenes, creando un marco de un cuadro arrojado al suelo, que ha caído torcido, símbolo de nobleza, una idea brillante, que refleja a la perfección la caída del imperio zarista ruso. También es muy destacable cómo la pendiente intencionada del suelo en el escenario es también metafóricamente necesaria. Incluso los escombros que se localizan en la parte anterior del escenario, contextualizando la escena, la historia, los escombros de la guerra. A veces en el teatro menos es más, unos simples efectos, como la nieve, o una luna que se refleja en el cielo de la noche, con la voz de Katiuska, crea un efecto dulce y cálido en el espectador.


El camino del teatro moderno es eso, la utilización de un decorado sin carácter agresivo, es agregar piezas para crear un movimiento escénico, que ayude a los protagonistas a dar vida a la representación. Daniel Bianco se mostró amable, adicto a su profesión, y dio pistas sobre el mundo de un escenógrafo dedicado. Lo importante es comenzar y llegar hasta final —afirmaba—. La verdad en el arte hay que buscarla, y esa verdad no es más que la que cada uno siente cuando realiza un proceso. No hay que olvidar que dentro de esta idea de arte se encuentra la música, y el teatro es eso, la música que se ve.



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